Flexibilizando la mente

Flexibilizando la mente

En la vida, si hay algo de lo que no podemos escapar, es del sufrimiento. Es algo a lo que estamos expuestos constantemente y que no discrimina entre sexo, edad o nivel socio-económico.

Algunos pueden pensar que el sufrimiento proviene de malas decisiones, que ocurre para que obtengamos aprendizajes necesarios para nuestras vidas, incluso algunos piensan que es obra del destino.

Si bien, no podemos evitar sufrir, tenemos 2 caminos para enfrentar esto: lo podemos hacer con una mentalidad flexible, dispuesta a ver el vaso medio lleno o una mentalidad rígida, que conduce a ver el vaso medio vacío, es decir, que aumenta la intensidad con la vivimos el sufrimiento. Y es en esta última en la que me quiero detener, porque no solo nos hace sufrir más, sino que también, muchas veces, es la causa de nuestro propio sufrir y lo que muchas veces impide alcanzar la paz interior.

Cuando hablo de mente rígida, me refiero a personas inflexibles, aquellas a las que ni los mejores argumentos del mundo, las hace cambiar de opinión, esas personas que creen que la verdad, es su verdad. Hablo de aquellos que se resisten al cambio contra viento y marea y cuya capacidad de adaptación es mínima.

En este sentido, la inflexibilidad no solo genera altos niveles de estrés y baja tolerancia a la frustración, sino que también, produce mucha angustia al no poder tener todo bajo control, lo que puede traer como consecuencia, una dificultad en las relaciones interpersonales, teniendo puntos de vista muy rígidos. Esto se relaciona con un intenso miedo a cometer errores y también al cambio, lo que claramente va generando dificultades en el crecimiento personal, acompañado de alteraciones en distintos ámbitos de la vida, ya que estas personas buscan un perfeccionismo obviamente inalcanzable.

Entonces, ¿cómo flexibilizar la mente?

Como podrás notar, la flexibilidad mental es un tema muy amplio, pero me enfocaré en aspectos prácticos que te pueden ayudar:

Mente positiva: Sin duda el pensamiento negativo (puedes profundizar sobre este tema, leyendo “El Poder del Pensamiento” en mi Blog) es parte del pensamiento rígido, muchas veces funcionamos con Distorsiones Cognitivas, formas rígidas e irracionales de pensar que aprendemos desde la infancia, como por ejemplo:

  • “El pensamiento “todo o nada”, el pensar “es blanco o es negro” y no ver matices, solo nos lleva al sufrimiento, ya que en la vida nada es tan absoluto, siempre hay distintas posibilidades para hacer las cosas y diferentes alternativas para llevarlas a cabo.
  • “Lectura de pensamiento”, muchas veces asumimos lo que la otra persona piensa sobre la vida o sobre nosotros, esta forma de pensar también causa sufrimiento, porque si vivimos asumiendo lo que piensan los demás nos vamos sumergiendo en otra realidad, la que vivimos desde nuestra visión, muchas veces se producen malos entendidos con la gente por no preguntar y asumir ciertas cosas.
  • “Sobregeneralización”, ocurre cuando nos pasan cosas puntuales y lo vemos como una realidad absoluta, es decir, una tormenta en un vaso de agua, algo salió mal y todo está mal. A veces es mejor ir separando las cosas, analizando posibilidades y consecuencias, en lugar de hacer juicios apresurados.

Por lo tanto, siendo consciente de estas distorsiones cognitivas y contrarrestándolas, podrás lograr una mentalidad más positiva que te llevará a la flexibilidad.

La conciencia de ser falible y tener buen humor: El perfeccionismo y el escaso sentido del humor van de la mano, por lo tanto, el tener conciencia de que somos seres falibles y ver con humor esa imperfección, es clave para la flexibilidad. En vez de centrarnos en lo que “deberíamos hacer”, es mejor centrarse en lo que “podemos hacer” de la mejor forma posible, así no se te pasarás la vida esforzándote por alcanzar lo inalcanzable y podrás disfrutar y vivir plenamente.

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